Como bien es sabido, la sandía es una fruta refrescante y muy consumida en todo el mundo pero además de ser muy apreciada por su pulpa dulce y jugosa, también hay que destacar las propiedades nutricionales y medicinales que proporcionan sus semillas. Aunque en muchas ocasiones se descartan, lo cierto es que las semillas de sandía aportan numerosos beneficios a las personas y pueden ayudar a llevar una dieta saludable.

Las propiedades nutricionales de las semillas
Al igual que otros alimentos, las semillas de sandía son una fuente muy rica de macronutrientes esenciales. En este contexto destacan las proteínas, ya que las semillas cuentan con alrededor del 25% de ellas, donde se incluyen también algunos aminoácidos esenciales.
Las semillas de sandía cuentan con un 20% de grasas, aproximadamente, de entre las que predominan las grasas insaturadas, que son bastante saludables para el corazón. Además, en su composición también presentan carbohidratos, aunque en menor cantidad si se comparan con las grasas y las proteínas.
Aparte de los macronutrientes, las semillas tienen micronutrientes. Se trata de una excelente fuente de minerales, sobre todo de hierro, magnesio, zinc y potasio. Siendo todos ellos muy esenciales. De igual modo, contienen pequeñas cantidades de vitaminas B, en especial, el folato y la niacina, dos vitaminas muy importantes para la formación de células y mejorar el metabolismo.
Principales beneficios de las semillas de la sandía para la salud
Como se ha mencionado anteriormente, las semillas de sandía son ricas en ácidos grasos insaturados, que ayudan a reducir los niveles de colesterol denominado popularmente como “colesterol malo” y a aumentar el “bueno”. También por su composición, las semillas ayudan a mejorar la circulación sanguínea y reducir notablemente la presión arterial.
Otro de los elementos que está muy presente en las semillas de sandía es el zinc. Se trata de un mineral esencial para el correcto funcionamiento del sistema inmunológico, por lo que consumir las semillas de sandía es muy favorable para fortalecer la defensas y de esta forma evitar enfermedades o infecciones.
De igual modo, estas semillas son grandes aliadas para mantener en buena forma la salud digestiva, puesto que cuentan con gran cantidad de fibra dietética que ayuda a regular el tránsito intestinal y prevenir problemas habituales como el estreñimiento.
Por último, otro de los beneficios que ofrecen las semillas de la sandía es que son muy buenas para poder controlar los niveles de azúcar en sangre, debido a la cantidad de magnesio que tienen en su composición. Esto es de gran ayuda para mantener los niveles de glucosa estables e incluso para aquellas personas que padecen diabetes.